网上学西班牙语:西班牙语阅读哈姆雷特 第三幕之第一场_阅读写作预测-查字典留学网
 
请输入您要查询的关键词
您现在的位置: 留学网首页 >> 考试 >> 阅读写作预测 >> 网上学西班牙语:西班牙语阅读哈姆雷特 第三幕之第一场

网上学西班牙语:西班牙语阅读哈姆雷特 第三幕之第一场

发布时间:2012-02-23来源:查字典留学网

网上学西班牙语:西班牙语阅读哈姆雷特 第三幕之第一场

哈姆雷特 第三幕之第一场

III.I Entran el REY, la REINA, POLONIO, OFELIA, ROSENCRANTZ y

GUILDENSTERN.

REY

¿Y a través de circunloquios no podéis

averiguar por qué afecta ese trastorno

y se crispa el sosiego a tal extremo

con su demencia destemplada y peligrosa?

ROSENCRANTZ

Reconoce que se siente perturbado,

mas no hay modo de que diga por qué causa.

GUILDENSTERN

Ni parece que se deje sondear:

cuando queremos llevarle a que revele

su estado verdadero, rehúye la ocasión

con su locura fingida.

REINA

¿Os acogió bien?

ROSENCRANTZ

Como todo un caballero.

GUILDENSTERN

Y, sin embargo, muy forzado.

ROSENCRANTZ

Se resistía a conversar, mas respondió a nuestras preguntas sin reservas.

REINA

¿Le animasteis con alguna distracción?

ROSENCRANTZ

Señora, sucedió que, de camino,

dejamos atrás a unos actores. Le hablamos de ellos

y, por lo visto, se alegró con la noticia.

Ahora ya se encuentran en la corte

y creo que tienen el encargo

de actuar esta noche en su presencia.

POLONIO

Muy cierto, y me ha rogado

que suplique a Vuestras Majestades

que asistáis a la función.

REY

Con toda el alma, y me complace sumamente

que esté con ese ánimo. ‑ Caballeros,

alentadle un poco más y seguid

llevándole hacia estas diversiones.

ROSENCRANTZ

Sí, Majestad.

Salen ROSENCRANTZ y GUILDENSTERN.

REY

Querida Gertrudis, déjanos tú también,

pues hemos planeado que venga aquí Hamlet

para que pueda encontrarse con Ofelia

como por azar.

Su padre y yo mismo, legítimos espías,

haremos de tal modo que, viendo sin ser vistos,

podamos juzgar el encuentro con certeza

y deducir de su conducta

si lo que tanto le aqueja es realmente

una afección amorosa.

REINA

Te obedezco.

‑En cuanto a ti, Ofelia, me alegraría

que la causa de la insania de Hamlet

fueran tus encantos, como espero

que, por el bien de los dos, tus virtudes

le devuelvan al camino acostumbrado.

OFELIA

Así lo espero, señora.

[Sale la REINA.]

POLONIO

Ofelia, pasea por aquí. ‑ Majestad, si os place,

vamos a ocultarnos. ‑ Tú lee este libro:

tal muestra de recogimiento explicará

tu soledad[L1]. ‑ En esto no obramos bien:

como prueba la experiencia, con el rostro devoto

y el acto piadoso hacemos atrayente

al propio diablo.

REY [aparte]

¡Gran verdad!

¡Qué duro latigazo a mi conciencia!

La cara de una golfa, repintada de color,

no es más fea con el afeite que se aplica

que mis actos con mis falsas palabras.

¡Ah, qué pesada carga!

POLONIO

Ya viene; retirémonos, señor.

Salen [el REY y POLONIO].

Entra HAMLET.

HAMLET

Ser o no ser, esa es la cuestión:

si es más noble para el alma soportar

las flechas y pedradas de la áspera Fortuna

o armarse contra un mar de adversidades

y darles fin en el encuentro. Morir: dormir,

nada más. Y si durmiendo terminaran

las angustias y los mil ataques naturales

herencia de la carne, sería una conclusión

seriamente deseable. Morir, dormir:

dormir, tal vez soñar. Sí, ese es el estorbo;

pues qué podríamos soñar en nuestro sueño eterno

ya libres del agobio terrenal,

es una consideración que frena el juicio

y da tan larga vida a la desgracia. Pues, ¿quién

soportaría los azotes e injurias de este mundo,

el desmán del tirano, la afrenta del soberbio,

las penas del amor menospreciado,

la tardanza de la ley, la arrogancia del cargo,

los insultos que sufre la paciencia,

pudiendo cerrar cuentas uno mismo

con un simple puñal? ¿Quién lleva esas cargas,

gimiendo y sudando bajo el peso de esta vida,

si no es porque el temor al más allá,

la tierra inexplorada de cuyas fronteras

ningún viajero vuelve, detiene los sentidos

y nos hace soportar los males que tenemos

antes que huir hacia otros que ignoramos?

La conciencia nos vuelve unos cobardes,

el color natural de nuestro ánimo

se mustia con el pálido matiz del pensamiento,

y empresas de gran peso y entidad

por tal motivo se desvían de su curso

y ya no son acción. ‑ Pero, alto:

la bella Ofelia. Hermosa, en tus plegarias

recuerda mis pecados.

OFELIA

Mi señor, ¿cómo ha estado Vuestra Alteza

todos estos días?

HAMLET

Con humildad os lo agradezco: bien, bien, bien.

OFELIA

Señor, aquí tengo recuerdos que me disteis

y que hace tiempo pensaba devolveros.

Os lo suplico, tomadlos.

HAMLET

No, no. Yo nunca os di nada.

OFELIA

Mi señor, sabéis muy bien que sí,

y con ellos palabras de aliento tan dulce

que les daban más valor. Perdida su fragancia,

tomad vuestros presentes: para el ánimo noble,

cuando olvida el donante se empobrecen sus dones.

Tomad, señor.

HAMLET

¡Ajá! ¿Eres honesta?

OFELIA

¡Señor!

HAMLET

¿Eres bella?

OFELIA

¿Qué queréis decir?

HAMLET

Que si eres honesta y bella, tu honestidad no debe permitir el trato con tu belleza. OFELIA

¿Puede haber mejor comercio, señor, que el de hones­tidad y belleza?

HAMLET

Pues sí, porque la belleza puede transformar la hones­tidad en alcahueta antes que la honestidad vuelva ho­nesta a la belleza. Antiguamente esto era un absurdo, pero ahora los tiempos lo confirman. Antes te amaba.

OFELIA

Señor, me lo hicisteis creer.

HAMLET

No debías haberme creído, pues la virtud no se puede injertar en nuestro viejo tronco sin que quede algún resabio. Así que no te amaba.

OFELIA

Más me engañé.

HAMLET

¡Vete a un convento! ¿Es que quieres criar pecadores? Yo soy bastante decente, pero puedo acusarme de cosas tales que más valdría que mi madre no me hubiese engendrado. Soy muy orgulloso, vengador, ambicioso, con más disposición para hacer daño que ideas para concebirlo, imaginación para plasmarlo o tiempo para cumplirlo. ¿Por qué gente como yo ha de arrastrarse entre la tierra y el cielo? Todos somos unos miserables: no nos creas a ninguno. Venga, vete a un convento. ¿Dónde está tu padre[L2]?.

OFELIA

En casa, señor.

HAMLET

Cerrad bien las puertas, que sólo haga el bobo allí dentro. Adiós.

OFELIA

¡El cielo le asista!

HAMLET

Si te casas, sea mi dote esta maldición: serás más casta que el hielo y más pura que la nieve, y no podrás evitar la calumnia. Vete a un convento, anda, adiós. O si es que has de casarte, cásate con un tonto, pues el listo sabe bien los cuernos que ponéis, A un convento, va­mos, deprisa. Adiós.

OFELIA

¡Santos del cielo, curadle!

HAMLET

Sé muy bien lo de vuestros afeites. Dios os da una cara y vosotras os hacéis otra. Andáis a saltitos o pausado, gangueando bautizáis todo lo creado, y hacéis pasar por inocencia vuestros dengues. Muy bien, se acabó; me ha vuelto loco. Ya no habrá más matrimonios. De los que ya están casados vivirán todos menos uno. Los demás, que sigan como están. ¡A un convento, vamos!

Sale.

OFELIA

¡Ah, qué noble inteligencia destruida!

Del cortesano, él sabio y el soldado,

el ojo, la lengua, la espada. Esperanza y flor

de nuestro reino, espejo de elegancia

y modelo de conducta, blanco de observantes,

y ahora destrozado. Y yo, la mujer más abatida,

que gozó de la miel de sus promesas,

veo ese noble y soberano entendimiento

destemplado cual campanas que disuenan,

esa estampa sin par de perfecta juventud

perdida en el delirio. ¡Pobre de mí!

Tener que ver esto, y no lo que vi.

Entran el REY y POLONIO.

REY

¿Amor? No, por ahí no se encamina

y, aunque fuera algo confuso, lo que ha dicho

no es indicio de locura. Algo lleva en el alma

que su melancolía está incubando

y temo que al romperse el cascarón

habrá peligro. Para evitarlo,

como medida inmediata he decidido

que parta sin demora hacia Inglaterra

a reclamar el tributo que nos debe.

Quizá la travesía, el cambio de país

y de escenario consigan arrancarle

de su pecho la inquietud tan arraigada,

que no deja reposo a su cerebro

y le saca de sí mismo. ¿Qué os parece?

POLONIO

Le hará bien. Aunque yo sigo creyendo

que la causa y fundamento de su mal

es amor desestimado. ‑ ¿Qué hay, Ofelia?

No nos cuentes lo del Príncipe Hamlet:

lo hemos oído todo. ‑ Señor, obrad como gustéis,

mas, si os parece, después de la función,

permitid que su madre la reina le inste a solas

a que revele sus penas. Que sea clara con él.

Yo, con vuestra venia, pondré mi oído

al alcance de su plática. Si nada descubre,

mandadle a Inglaterra o recluidle

donde juzguéis conveniente.

REY

Vigiladle.

La locura de un grande no debe descuidarse.

Salen.

原文来源: 网上学西班牙语:西班牙语阅读哈姆雷特 第三幕之第一场

--------------------------------------------------------------------------------

[L1]Según el contexto, el libro sería un devocionario. Al final del célebre monólogo que sigue, Hamlet ve a Ofelia como si ella estuviese rezando.

[L2]Sería en este punto donde Hamlet sospecha que le están espiando y, por tanto, que Ofelia se ha prestado al juego. La sospecha podría motivarla algún movimiento de cortinas, siempre que éste no sea demasiado evidente: lo que dramáticamente importa es evitar que la sospecha se convierta en certeza.

(西班牙留学网)

感谢阅读《网上学西班牙语:西班牙语阅读哈姆雷特 第三幕之第一场》一文,我们精心为您准备延伸阅读:西班牙语学习技巧

西班牙语没有英语这么复杂的发音规则。他几乎每一个字母都只有一个特定的音,我举个例子,a这个字母无论何时都发“阿”这个音,e发“唉”(口型小点,跟英语里的e差不多)。西班牙语只有一个音是比较难发的,那就是r这个字母,他发的是大舌颤音,其实,西班牙语最难得不是他的发音,而是他的语法和动词变位。你一学就知道了,背的东西太多。还有,他的语速不是一般的快,你要做好心理准备,和英语不是一个数量级的!!我建议你最好提前买一本西班牙语看看,因为它比英语难学的多的多 。

1. 西班牙语属于拉丁语系,比英语要科学,是不要音标的拼音文字,掌握发音规则后就能够”见词发音”。短短的入门,学的好,就可以地道流利地读出所有的西班牙文章,这是第一关!西班牙谚语中把最难做的事情比做”学汉语”,可见有中文水平的人学西班牙不是成了最容易的事了?

原文来源: 网上学西班牙语:西班牙语阅读哈姆雷特 第三幕之第一场

2. 西班牙语的小舌音,卷舌连续抖动的r、rr是中国人的难点,窍门有三。一、发音前多加上“德拉”;二、利用漱口的时候,多延时5分钟——“嘟鲁鲁”;三、坚持2-4周利用上下班和无人的时候,练习卷舌,以上三点定会让你有“西班牙”味!还有些音是要声带镇动的,要注意!

3. 掌握西班牙语动词的变位也是个要死记硬背,熟能生巧的活!他的变化是为了口语交流中大量的省略主语,口语的方便带来的动词变位头痛是每一个有志学好西班牙语的人要克服的难关。有人说:“流利地读,熟练变位”掌握好了,西班牙语就学会了一半啊!初学者就没有白学!你也知道了重点在哪里了,可以集中精力去攻哪一块了。

4. 有点英语基础的人,会发现西班牙语单词在多数主要单词词干上非常接近,这样大家学习起来又省了些劲!

5. 学习任何外国语,要以模仿开口为优先,背会一句就应用一句,这样就算掌握了。不要,先纠语法一堆,就是不敢开口!讲错了,因为你是外国人,别人的背景比你大,所以人家仍然能听懂你,就象外国人讲汉语,即使很不准,你也能听懂,搞明白,会原谅他的不标准的。胆子大是第一啊,有人说过,你学外语多数都不是为了当电台标准播音员吧,何况,即使母语能挑上当播音员的又有几个?降低标准,抓住重点,能绕开你学语言的误区!

2012年02月22日 《网上学西班牙语:西班牙语阅读哈姆雷特 第三幕之第一场》来源于西班牙留学

最新文章